El Cid
non alcanzará la nocturna.
Se presenta Diego,
hijo varón adolescente
muerto hace un año
en la batalla de Consuegra
sobre lomas encrestadas
de molinos aún dolientes.
- Padre,
nos espera la mesnada
para el otro día en la mañana.
- Hijo,
te quiero a mi lado en la batalla.
- Padre, vivo non será posible.
Esta herida es honda.
Esta herida es la perpetua;
Esta herida llegará
hasta el final de su camino.
- Hijo,
duele más
que tu partida.
Pero mañana se combate.