Don Diego,
progenitor de Rodrigo,
miraba los dientes
de todos sus hijos.
Uno por uno
la boca le abrían
“Nadie pondrá
el dedo en la mía”.
Dice Cromacio que dijo
Rodrigo Díaz
Repasa la gesta, pupilo,
del Mío Cid Campeador,
cantar de los juglares
de los tiempos medievales;
que no es bello,
pero es cierto”
me lo dijo;
Cromacio Díaz de Alda Urzúa
vasco, español de mi porte
profesor y mentor
que acabó como cura.
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