de Sevilla, valencianos
y treinta mil furiosos encamina. . .
Recuperar Valencia es lo que aspira.
El de cabello largamente intonso
jura todavía
sumisión al rey Alfonso
y en su nombre a repletos tajos
somete moros en clima riguroso
y los persigue hasta el río;
hasta el fondo abajo
del torrente brioso.
Van agora los moros
tragando en la arrancada
muy a su pesar las aguas
y non la sacaron barata.
El Cid cobró Babieca
singular caballo de leyenda
de livianos casos musicales
y estampa de leyenda
que corre por el aire
pifiando de sus belfos infernales.