ENCUENTRO DEL CID CON SUS HIJAS

Llorando

de los ojos de la cara
tiernamente
El Cid abraza a sus hijas
que aunque vivas,
lastimadas.

- Venid mis hijas,
Dios cure del mal.

Vengaré de la deshonra

esta desdicha.
Sólo le pido al rey
que se haga la justicia.